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Tambopata Ecolodge

Tambopata Ecolodge

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“La conservación sí está dando resultados”, nos dice Rolando Sota, Gerente de Tambopata Ecolodge, un lugar ideal para darnos cuenta la importancia de todos los seres vivos en este planeta. Sota mira una familia de ronsocos descansando en la orilla del río y complementa, “por ejemplo, los ronsocos son los roedores más grandes del mundo y ellos siempre andan con aves garrapateras alrededor, que se comen sus parásitos. Sin hacerse daño, se complementan. Si uno de ellos se aleja, el otro sufre”.

La ficha técnica

Teléfonos:

984653663 / 982703877

Correo:

sales@tambopatalodge.com / https://www.tambopatalodge.com/en/

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Ubicación:

Madre de Dios

Extensión:

527.5 hectáreas

Objetos de
Conservación:

Conservar el bosque circundante a la quebrada Gallocunca, así como la flora y fauna silvestre asociada a ella.

Hace 22 años, los ahora socios de la empresa Inversiones Maldonado llegaron al Tambopata para realizar turismo de aventura y conocer la asombrosa colpa de Colorado. “En ese tiempo las riberas del río estaban cubiertas de bosques primarios, a partir de la CCNN Infierno, todo conservaba su cubierta natural, la única forma de llegar era en peque, en un viaje de dos días hasta la colpa”, cuenta Rolando Sota.

Sorprendidos por la belleza del lugar, decidieron adquirir su primer predio en la quebrada Gallocunca, en la comunidad de Condenado, a dos horas de Puerto Maldonado en bote a motor. Allí decidieron construir el Tambopata Lodge, una de las operaciones turísticas mejor consolidadas de la región. “Los problemas comenzaron luego de la creación de la Zona Reservada Tambopata-Candamo”, comenta sota. “El Estado decidió titular todos los predios ubicados en ambas márgenes del Tambopata, con la idea de que los comuneros, al tener una propiedad legal, iban a conservarla”. El resultado fue que se generó un auge de invasiones provenientes de la sierra, y en menos de un año se crearon las comunidades campesinas de Condenado y Sachavacayoc.

Es así que la empresa decide comenzar a adquirir predios cercanos al albergue como una forma de garantizar la salud de su bosque, el principal motor del negocio turístico. En una década adquirieron 25 predios que sumaron un total de 1,200 hectáreas. El siguiente problema que tuvieron que afrontar fue la vigilancia de toda esta área de bosque. “Comenzaron a ingresar madereros para extraer el tornillo que había en la zona, nosotros hasta hemos tenido que pagarles para que no regresaran, pero es difícil controlar un terreno tan grande”, comenta Rolando.

La lucha por la conservación
Con la aparición de nuevas figuras legales para proteger áreas de dominio público, los socios decidieron solicitar al Estado la concesión para conservación, que tras numerosas idas y vueltas les fue otorgada el 28 de enero de 2010.

“Actualmente invertimos cerca de diez mil soles anuales solo en vigilancia de nuestra concesión, todo ello proviene de los ingresos del albergue”, dice Rolando. “Aun así, para nosotros esta inversión retorna de muy diversas formas. Por ejemplo, han regresado los mamíferos grandes, se ha visto jaguar con mucha frecuencia, y hemos detectado al interior de la concesión colpas de huangana y sachavaca. Además, hemos garantizado la conservación de la quebrada Gallocunca, uno de los principales atractivos de la zona y una importante fuente de agua limpia”.

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“Hemos tenido éxito al crear un colchón de bosque limpio y protegido, para que las especies de fauna tengan un refugio seguro. Incluso las zonas deforestadas, luego de 15 años sin uso han comenzado a recuperarse”, indica Rolando. “Junto al área concesionada también contamos con los predios adquiridos a lo largo de los años, que de seguro hoy estarían deforestados y nuestra operación habría desaparecido”. Para la empresa, el siguiente paso es aumentar el área protegida y generar espacios para el ecoturismo en ella, abrir oportunidades para que nuestras actividades de conservación puedan solventarse. Es un círculo virtuoso en el que todos ganamos: empresa, gente y naturaleza”, concluye, con optimismo.

Atrévase a conocer esta experiencia e internarse en un lugar especial. Donde los monos pichico, los mono capuchino marrón, agutíes, mariposas morfo azul, trogones, tucanes y muchas otras especies de aves, juguetean dando gracias por este privilegiado lugar.

  • Visítanos

    La Reserva Nacional Tambopata se encuentra en el sureste de Perú, enclavada entre las zonas boscosas de las regiones de Madre de Dios y Puno, a unos 70 kilómetros del pueblo selvático de Puerto Maldonado. Se puede llegar a este pueblo desde la ciudad de Cusco a través de un vuelo regular de aproximadamente media hora, o por carretera (aproximadamente 12 horas en bus). Desde el aeropuerto, una travesía de unas tres horas en autobús y barco conduce al Tambopata Ecolodge, ubicado en el corazón de esta área natural protegida de bosque primario que colinda (hacia el este y sureste) con Brasil y Bolivia.

    Todas las visitas tienen que ser previamente coordinadas para que puedan llevarlos directamente al lodge.

     

  • Ayúdanos a Conservar

    La mejor forma de ayudarlos a conservar es visitándolos.

    También necesitan ayuda en difusión, así que cualquier asesoría ayudará a su consolidación.