Lánzate de una alta duna, llega a más de 50 kilómetros por hora sobre una tabla, siente la adrenalina descendiendo en un tubular, espera el atardecer en medio de la nada, sorpréndete con los colores y empieza a conectar con un espacio lleno de vida.

Por: Jack Lo / Conservamos por Naturaleza

Ahora que el verano se fue, es hora de ir en busca del sol. Y no es algo muy complicado. La costa de Perú todo el año brilla, menos en Lima. Tumbes, Piura, Lambayeque, Áncash, Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna son lugares especiales a los que podemos visitar siempre. Es por ello, que en esta oportunidad te recomendamos un rincón al que tal vez nunca le habíamos prestado mucha atención: el desierto de Ica.

A dos horas de Lima, a la altura del kilómetro 253 de la Panamericana Sur, está Adrenarena Park, una concesión para ecoturismo administrada por Maveco Sand, de Mario Vera, un amante de la naturaleza, con décadas trabajando sobre las dunas, y que encontró en el turismo, la mejor forma de compartir su pasión por la arena y la exploración. Lo que tiene en la actualidad, es un parque de diversiones de arena de casi mil quinientas hectáreas. “Si logro trasladar mi pasión por el desierto a más personas, habrán mayores probabilidades de que estos paisajes sean protegidos”, afirma Vera, que construyó con sus propias manos los tubulares con los que muestra este santuario que lo llena de energía y vida.

Si bien, en el lugar no te puedes quedar a pernoctar, tienes muy cerca a Paracas con toda su oferta hotelera. Aprovecha para conocer la Reserva Nacional, donde sí puedes acampar, y también para visitar Adrenarena Park y que se te revuelvan las emociones. Para contagiar a más personas, Vera ha creado distintos paquetes y opciones para que tu experiencia en el desierto sea única. Desde tradicionales full days para deslizarte sobre las dunas, caminar sobre arena y sentir la brisa marina conectando con el lugar, hasta sus muy requeridos picnics nocturnos, en los que te organizan una cena en medio de la nada, para que disfrutes de la noche en la intemperie junto con tus amigos. Se requiere un mínimo de 15 personas. Y si estás buscando un momento romántico, también tiene la opción del Atardecer mágico, donde ofrece la experiencia de contemplar la puesta del sol, con bocaditos y copas de vino para compartir. Es decir, tiene todo lo necesario para desconectar de lo cotidiano y sentirse uno con nuestro entorno.

Si estás con más energía y quieres conocer un oasis en medio del desierto, pide que te lleve a la Laguna de Morón. Puedes ir caminando (si estás con físico y estás acostumbrado a caminatas) o en los areneros. Desde lo alto, es un gran espejo azul al que no dudas en meterte un chapuzón. En sus alrededores verás patos, gallaretas, turtupilines, cardenales, entre las especies de aves más comunes. Es altamente recomendable conocer Morón. Anda, respira y descansa.

Después de tu visita a Adrenarena Park, tienes un sinfín de lugares para conocer. En primer lugar la Reserva Nacional de Paracas, la zona arqueológica de Tambo Colorado, las islas Ballestas, la laguna de la Huacachina y los siempre exquisitos viñedos de Ica, donde puedes degustar nuestro tradicional pisco y vinos de la región. Así que no hay excusa para no ir a Ica y divertirse como te mereces. El verano ya terminó, pero el sol sigue brillando. Solo hay que buscarlo.

Más información:

Puedes escribir a: info@adrenarena.com.pe, llamar al +51 985 060 891 y buscarlos en Facebook, Instagram o web.

A la altura del kilómetro 253 de la Panamericana Sur, yendo de norte a sur, verá un arco al su lado izquierdo en el que cuelga un arenero. Ese es el ingreso a Adrenarena Park. Si viene de Lima el viaje dura aproximadamente 2 horas. Puedes ver su ubicación aquí.

Conservamos por Naturaleza es una iniciativa de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental que apoya a iniciativas de conservación voluntarias en el país y promueve estilos de vida más sostenibles. Búscanos en www.conservamos.org/explora.