Entrevista Sebastian Kraus: protegiendo el Perú desde el espacio
A mediados de 2015, Sebastian Kraus llegó a Lima. Un alemán que a las justas ha pasado el cuarto de siglo, estudió economía en Londres, París y Oxford, y en la actualidad está en Berlín haciendo un doctorado en economía ambiental. Hace dos años leyó que las imágenes satelitales pueden llegar a medir la deforestación y se fue metiendo en el tema hasta ser un experto. Estuvo en el Perú junto a Conservamos por Naturaleza para ayudar a implementar un proyecto financiado por Global Forest Watch, una plataforma que trabaja con imágenes satelitales, en áreas de conservación voluntarias.
¿Cómo se empezaron a usar las imágenes satelitales para estos fines?
Antes los satélites eran solo accesibles para los militares y el gobierno, que necesitan esa información para servicios de seguridad e inteligencia, y también para las grandes empresas que podían pagar por las imágenes. Eran muy costosas hasta que Estados Unidos comenzó a autorizar más satélites y eso permitió que existan más imágenes y más accesibles para todos. Es así que en el 2008, la NASA y el servicio geográfico de Estados Unidos decidieron publicar de forma gratuita los datos de Landsat, el satélite más completo que existe y que tiene el archivo más grande de imágenes de la Tierra.
¿Por qué lo hicieron?
Creo que la idea detrás de todo esto es que la sociedad civil pueda usar esta información para regular a los gobiernos y también para que todos los proyectos de innovación que se vienen desarrollando en todo el mundo puedan utilizar esta data. Hay un fuerte movimiento global de liberar toda la información para todos y creo que la NASA tuvo que adherirse a ello.
¿Quién puede usar esa información para la conservación?
Mucha gente puede utilizar esta información. La gran revolución es que ahora tenemos una computadora que mira todas las imágenes. En lugar de tener una sola persona supervisando un área específica, recibiendo 50 imágenes de la zona, tienes una computadora que te está haciendo el análisis. Por ejemplo, se tiene toda la información de Amazonas en satélite, las computadoras hacen los cálculos y yo en mi ordenador puedo ver el resultado. Esa es la gran ventaja de la potencia de cálculo que nos brindan las imágenes satelitales y esta tecnología. Es ahí cuando aparece Global Forest Watch.
¿Qué es Global Forest Watch?
Es una plataforma que fue el siguiente paso lógico luego de liberar la información. Hay un famoso artículo en la revista Science, publicado por Hansen de la Universidad de Maryland. Por primera vez utilizó un enorme equipo para procesar todas estas imágenes satelitales y los datos LANDSAT. Mostró lo que sucedió en el bosque durante los últimos diez años e hizo delirar a todos. Presentó por primera vez mapas animados donde se podía ver cómo estaba cambiando el bosque. En ese momento, la gente se dio cuenta que estos datos se podían usar para muchas cosas. Periodistas que quieren contar historias sobre los bosques, ONG que quieren controlar áreas de conservación, agricultores que quieren saber lo que está pasando en su área. La gran innovación que viene de GFW es hacer estos datos utilizables para cualquier tema.
Suena complicado…
Lo complicado es lograr que esta información sea útil para todos y también que los gobiernos entreguen todos los datos que tienen. Ya con los datos todo es más sencillo. Por ejemplo, en Indonesia comenzaron a promover las plantaciones de palma aceitera. Dieron muchas concesiones para este aceite que es la base de muchos de los productos que consumimos. Indonesia decidió basar su crecimiento económico en base a la palma. Y como no tienen mucho espacio, están quemando los bosques. Lo estamos viendo en las noticias. El problema es muy grande, las emisiones de CO2 que provocan los incendios de Indonesia en tres semanas, son tan comparables con las emisiones de todo Alemania o el Reino Unido en todo el año. Y solo por la quema de árboles. Gracias a GFW podemos tener información sobre estos incendios. Puedes ver los molinos de palma, qué hay alrededor y saber quién es el responsable, porque tienes todos los datos del territorio.
¿Cómo la vida en Indonesia cambió después del aceite de palma?
La gente no está de acuerdo con lo que está sucediendo. Lo que se puede ver con los incendios es un enorme problema de salud pública. Un amigo se casó en Borneo, al otro lado de Indonesia, y en la foto ves que todos están usando máscaras. ¡Y ni siquiera estaban en Indonesia! Estos incendios están afectando realmente a la gente, no sólo a la conservación o al medio ambiente, sino que ya es un problema de salud. En el papel hay crecimiento, pero ¿a costa de destruir el medio ambiente?
¿Y en el tiempo que has estado en Perú sentiste que se estuviera haciendo algo en este tema?
Siempre hay intereses y en Perú la idea de desarrollo va de la mano de la inversión privada o extranjera. Que se genere movimiento y exista un desarrollo es algo bueno, pero no se debe dejar que los inversores inviertan de cualquier forma. Es por eso que se tiene que tener mucho cuidado con las inversiones. ¿Es realmente bueno para los peruanos? GFW es una buena plataforma de control que debería ser usada. Sería increíble si la sociedad civil y las empresas en conjunto crean una transparencia similar a la que la gente comenzó a implementar en Indonesia. Si se pudiera lograr eso en el Perú, sería increíble.
(Captura de pantalla: Cambio de uso forestal a agrícola en la amazonía peruana, Jorge Manrique Vela – Contraloría General de la República – Departamento de Medio Ambiente y Cultura, Perú)
GFW hace un análisis a gran escala. Si se corta solo un árbol, no lo detectará, pero sí lo hará con extensiones de terreno más amplias. Tampoco podrá hacer análisis de la vida de las especies en el bosque, ni sobre caza furtiva. Con todo esto, debe quedar claro que es una muy buena herramienta de monitoreo que complementa la supervisión que sí se debe realizar de forma constante sobre el terreno.
¿Qué hiciste cuando estabas aquí?
Fui a Perú para ayudar a las personas detrás de iniciativas de conservación voluntarias. Junto a Conservamos por Naturaleza los ayudaremos mediante el envío de alertas cuando se sospeche que se está deforestando sus áreas sobre la base de la información que nos provea GFW. Tomamos el análisis y le decimos a la gente qué está pasando en sus áreas y actuamos con ellos. Cuando el programa detecte un cambio o problema en las áreas, éste inmediatamente enviará un mensaje de texto al teléfono del titular del área o a Conservamos por Naturaleza, que los contactará directamente. No es necesario que ellos tengan Internet para ser parte del programa.
El problema aquí es que el gobierno dice no tener dinero para controlar todo el territorio. ¿Qué solución podríamos darle a eso?
Dar más Concesiones para Ecoturismo, Concesiones para Conservación o reconocer Áreas de Conservación Privada es una gran manera de controlar, compartiendo la responsabilidad con los ciudadanos. Los países desarrollados están dispuestos a poner mucho dinero en la conservación de los bosques. Teniendo una concesión o un área de conservación voluntaria son potenciales receptores de ese dinero. Perú necesita crear más áreas protegidas y concesiones e invertir en el monitoreo, ya que es la prueba de que estas áreas están siendo protegidas. El financiamiento está ahí, solo hay que atraerlos de forma más atractiva.
¿Fue difícil encontrar todos los datos peruanos?
Contrario a lo que me podían decir, fue sorprendentemente fácil hablar con la gente del SERFOR del MINAGRI (Ministerio de Agricultura). Nos dieron los datos inmediatamente y me dio la sensación que están interesados en este tipo de innovación. Pero en el proceso de descentralización del Perú, los datos han ido perdiendo precisión. Hay muchas instituciones y eso se hace confuso. Si se ordenan, todo será más fácil. Yo solo fui un invitado y no me daría para opinar de la coyuntura peruana, pero lo que puedo decir es que tienen instituciones y herramientas legales que respaldan la conservación, y eso no existe en muchos lugares del mundo. Tienen hermosa naturaleza y los bosques no están tan afectados como en Brasil o Indonesia. Estoy lleno de esperanza de que en Perú van a poder darle un buen uso a esta tecnología. Si se juntan varios factores, como instituciones ordenadas, innovación y cooperación internacional, es muy probable que Perú pueda proteger gran parte de la selva.