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Estación Biológica Villa Carmen

Estación Biológica Villa Carmen

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Asociación para la Conservación de la Cuenca Amazónica (ACCA) tiene casi quince años investigando en la zona y quiere que más gente comprometida pueda conocer una de las maravillas que tiene el país: la Amazonía.

“Buscamos un país pacificado, unido, con mayores posibilidades de desarrollo”, nos dijo Augusto Mulanovich, por ese entonces, el Jefe de la oficina de ACCA en Cusco, cuando visitamos la Estación Biológica Villa Carmen. Estábamos frente a un gran biohuerto del que esperan en un tiempo más surtir de alimento a todo este privilegiado lugar en la entrada al Parque Nacional el Manu y un atractivo sin igual y poco conocido en la selva del Perú. Un espacio en el que científicos, investigadores y estudiantes de todo el mundo pasan sus días descubriendo, emocionándose y aprendiendo.

La ficha técnica

Personas de Contacto:

ACCA

Teléfonos:

(084) 222329 / 984108131

Correo:

www.acca.org.pe / reservas@conservacionamazonica.org

Clic aquí para enviar correo

Ubicación:

Cusco

Extensión:

3,066 ha.

Objetos de
Conservación:

Promover la investigación en el bosque premontano, el bosque montano bajo, el bosque enano musgoso, bosques de bambu (pacales), y vegetación en sucesión primaria y secundaria a las orillas de los ríos.

Promover el turismo científico y que más personas puedan conocer uno de los rincones más biodiversos del planeta.

Está ubicada en la confluencia del Río Piñipiñi con el Rio Pilcopata en la reserva de la Biosfera del Manu y está rodeada por mucha vida. Está al lado de un bosque nublado andino y selva baja amazónica. La burbujeante biodiversidad es algo que se siente desde el primer momento. Hay dos mil especies de mariposas encontradas. De ellas, quinientas no tienen nombre, ya que son totalmente nuevas para la ciencia. Además, infinidad de quebradas, ríos de agua blanca y de agua clara, y lagunas y humedales, convierten sus tres mil hectáreas en el perfecto lugar para conectar con la naturaleza. Es por eso, que quieren implementar lo que llaman turismo científico. Que la visita se meta en el bosque, aprenda de la interacción de las plantas y animales, y ponga sus manos en la tierra para trabajar por el planeta. Tiene una capacidad para recibir cincuenta visitantes. Doscientos metros cuadrados de laboratorio, casi del tamaño de una cancha de fulbito, lleno de microscopios, botellas de vidrio y libros. Más de cincuenta kilómetros de trochas para perderse en medio del bosque. Y todo lo necesario para hacer cualquier experiencia en Villa Carmen, un sueño hecho realidad.

No dejar que te cuenten cómo es la vida silvestre es la apuesta de ACCA y Villa Carmen. Acercarla a todos. La vida hay que vivirla. Las vivencias nunca terminan y todos los días son distintos en este cálido rincón del Perú que siempre está por encima de los veinte grados centígrados, con excepción de algunos días entre mayo y setiembre, cuando los termómetros llegan a marcar diez.

“Ofrecemos conocimientos y educación a estudiantes o a personas mayores que quieran entrar en contacto con los científicos, con las comunidades locales. De una forma de turismo diferente. Digamos que el ecoturismo a la fecha muestra un aspecto pequeño del tema cultural, del tema de investigación. Nosotros queremos darle mayor énfasis a eso. Estamos buscando que nuestros visitantes se vayan de acá comprometidos con la conservación y con ganas de trabajar o dedicarle parte de su tiempo al cuidado del planeta”, nos explica Mulanovich.

Villa Carmen, junto a Wayqecha y a Los Amigos, son bastiones de la conservación en el país. Los tres son administrados por ACCA, y desde que empezó a trabajar, hace más de trece años, han realizado unos trescientos proyectos de investigación en el sur del Perú, atrayendo a investigadores de todo el mundo. Y Villa Carmen es un centro donde se genera un modelo de desarrollo regional basado en la conservación. Por ejemplo, están experimentando nuevas formas de hacer agricultura, una que esté en armonía con la Amazonía y que recupere toda la materia orgánica y deshechos para convertirla en carbón que sirva para mejorar los suelos de cultivo, así como utilizaron los indígenas amazónicos en la zona de Acre en Brasil.

Para enfrentarse a la vida silvestre uno tiene que estar preparado para todo. Es como entrar al televisor y ser el protagonista de su propio documental. Un jaguar persiguiendo a una manada de huanganas que destruye todo a su paso con tal de escapar del felino, o perros de orejas cortas o también llamado de monte, saltando entre las colinas y tomando agua de una quebrada. Todo quedará grabado en sus ojos para siempre. Solo hay que tomar la decisión e ir.

 

  • Visítanos

    Está ubicado al final del Valle del Kosñipata, en la entrada del Parque Nacional del Manu. El pueblo grande más cercano es Pillcopata que se encuentra a 1.5 kilómetros por carretera. Para llegar tiene que coordinar previamente su visita.

  • Ayúdanos a Conservar

    Villa Carmen es uno de las estaciones biológicas más importantes del país, cuentan con todos los servicios, pero si tienes alguna idea de cómo ayudar, comunícate con ellos.

    Reciben a turistas e investigadores que quieran conectar con el bosque y contribuir a su conservación.