La Ruta de la Niebla
La Ruta de la Niebla
Para explorar y descubrir
Observadores e investigadores de todo el mundo llegan a este punto del Perú en donde la lechucita bigotona, el colibrí cola de espátula y el mono choro de cola amarilla comparten el hábitat. A estas sorprendentes especies solo se les puede ver en nuestro país y los montes de Pomacochas y Alto Mayo cuidan de ellos.
En tiempos en los que nuestros oídos están habituados el berrinche del claxon, caminar resguardados por el canto de colibríes, parece ser una imagen que solo es posible en televisión. Entre los departamentos de Amazonas y San Martín, un murmullo se hace escuchar cada vez con más intensidad. Son las voces de cientos de personas que están empezando a proteger los bosques, quebradas y ríos para asegurar la salud del planeta, gente que conserva por naturaleza.
El mono choro de cola amarilla va de árbol en árbol en busca de comida. El colibrí cola de espátula o maravilloso hace sonar sus alas contra los arbustos y confunde a todos con sus dos colitas. La lechucita bigotona y sus 14 centímetros de alto se mantiene inmóvil sobre una rama. Estas tres especies que solo pueden ser encontradas en esta parte del Perú parecen jugar a las escondidas. Durante años se les pensó extintas. Ahora han encontrado refugios donde se les puede ver viviendo tranquilas.
Huembo
Cinco turistas con binoculares colgando de sus cuellos y chalecos con muchos bolsillos le preguntaron a Santos Montenegro por el colibrí maravilloso o cola de espátula. Él, que se dedicaba a la ganadería, les mostró en donde encontrarlos y cuando la vieron saltaron de emoción. Desde ahí, empezaron a llegar decenas de observadores de aves preguntando por Santos. Todos querían ver a esa ave que parecía sacada de un cuento mágico. Al cabo de poco tiempo le regalaron unos binoculares y de tanto contemplar a las aves comprendió que si no se cuida el bosque estas especies desaparecerían. De las más de 1800 especies de aves que se han identificado en el Perú y que lo hacen el segundo en el ranking de diversidad a nivel mundial, fue esta la que cambió su vida. Hoy Santos ha dejado de lado la ganadería para convertirse en la persona a cargo del Centro de Interpretación de Huembo, el refugio para colibríes creado por la ONG Ecosistemas Andinos (ECOAN), basado en un acuerdo con la población de San Lucas de Pomacochas. Desde el 2006 han reforestado con árboles y plantas que atraen a los colibríes un área de casi 32 hectáreas. Este lugar es cada vez es más visitado por aves residentes y migratorias, además de otros animales salvajes, que han hallado aquí un lugar donde alimentarse y descansar. Acá también cuentan con una habitación para visitas e investigadores que quieran pasar la noche. Conoce más sobre Huembo.
Hierba Buena – Allpayacu
Minutos antes de las cinco de la mañana, Lucas Vega Guivin se cerciora que la batería de su videocámara esté cargada. Todavía no sale el sol entre los montes de la Comunidad Campesina de Corosha y Lucas empieza su camino hacia el Área de Conservación Privada de Hierba Buena – Allpayacu. Dos mil hectáreas de bosques, quebradas, flores y especies, son protegidas por esta comunidad. El proyecto de Investigación, Ecología y Conservación del mono choro de cola amarilla y el programa de educación ambiental de Yunkawasi para conservar primates peruanos, le dieron la grabadora para que registre todos los movimientos de esta especie. Sabe en dónde comen, en qué árboles descansan y qué frutas son sus preferidas. En los años setenta se pensaba que esta especie estaba extinta. Hoy, después de un trabajo de más de una década por parte de los comuneros y de organizaciones como Neotropical Primate Conservation (NPC) que trabajan en áreas aledañas, estos han comenzado a dejarse ver con mayor frecuencia. Y hay otras especies que los acompañan, como el oso de anteojos, el puma andino, el gallito de las rocas, pavas de monte y cientos de orquídeas que le dan más valor a este rincón de Amazonas en donde no hay grandes servicios pero sí mucho corazón que vale la pena conocer. Conoce más sobre el ACP Hierba Buena – Allpayacu.
Abra Patricia
El Abra Patricia separa la sierra de Amazonas y la selva de San Martín. Aquí la ONG ECOAN está a cargo de un área de conservación privada y una concesión para conservación en la que han construido uno de los hospedajes con mayores comodidades para observadores de aves y amantes de la naturaleza. Tiene una capacidad para 18 visitantes y una torre de veinte metros de alto que te hace mirar las más de 1400 hectáreas de este bosque por encima de las copas de los árboles. En este lugar, caminando de noche y entre la niebla se puede encontrar a la lechucita bigotona, una imperceptible ave endémica de esta zona que tan solo mide 14 centímetros de alto y pesa como un paquete de galletas. Basta caminar por sus interminables trochas para encontrarse con decenas de coloridas aves, plantas y orquídeas que lo harán disfrutar de este paraíso. Si está en busca de un lugar que lo haga conectar con la naturaleza, este sitio de conservación es más que una válida opción. Conoce más sobre el ACP Abra Patricia.
Uno no puede amar lo que no conoce, menos cuidarlo. Estas tres historias te demuestran que sí es posible retribuirle con amor a todo lo que la naturaleza nos da. Esta ruta es una invitación a conocer personas de sonrisas inolvidables y unos montes donde rebalsa la vida.
