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¿Quieres conocer el Perú y sentirte cada vez más orgulloso de vivir aquí?

Si estás buscando experiencias nuevas, presta atención a las alternativas que te vamos a ir dando para que recorras el Perú de la mano de personas que están dejando todo por conservarlo. Está bien que en tus vacaciones elijas un destino para descansar, pero también date un tiempo para elegir un destino para dar. Conoce sus historias, motívate para conocerlos y llámalos para que puedas ir a darles una mano y muchas alegrías.

Soqtapata (Cusco)
La familia Pilares decidió soñar en medio de un bosque mágico. Convive con osos, pumas, tigrillos, miles de aves y cientos de especies que hacen plena su vida en medio de selva más lluviosa del mundo. Ellos están armando su campamento y necesitan manos que los ayuden. Llegar ahí no es complicado, solo tienes que llegar a Cusco y viajar unas cuatro horas hasta el pueblo de Cadena, en la entrada de esta concesión. De ahí para adelante, abre bien los ojos para que no se te pase nada. Más info aquí.

Lomas de Atiquipa (Arequipa)
A partir de medio año hasta octubre, esta parte de la costa peruana se llena de verde. Las lomas florecen y los animales saltan y revolotean por todos lados. La comunidad de Atiquipa protege un ecosistema especial del que toman la niebla y la convierten en agua para poder vivir. Ellos necesitan manos que los ayuden en temas de ecoturismo y bioconstrucción. A unos minutos tienen la enigmática playa de Jihuay y un camino inca que te lleva hasta Puerto Inka, a pocos kilómetros de Atiquipa. Un sitio con mucho potencial y con más para dar. Tan solo a nueve horas de Lima por la costa o a seis de la ciudad de Arequipa. Más info aquí

Bosque Berlín (Amazonas)
Una bella y unida familia nos enseña cómo es vivir realmente conectados. Cosechan su comida, ordeñan sus vacas, meten sus manos a la tierra y comen todo saludable. Viven en las alturas de Bagua Grande, donde, entre tantas cosas, protegen el hábitat del mono choro de cola amarilla, una especie que solo vive en esta parte de Perú y que depende de nosotros que sigan alargando su vida. Para llegar solo tienes que llegar a Bagua Grande, tomar un colectivo hasta Santa Clara y de ahí caminar un poco más de una hora en medio de un increíble bosque nublado hasta llegar a la casa de los Rimarachín. Más info aquí.